Los animales y la alergia en primavera en Tenerife

Durante la época primaveral, la polinización de diferentes tipos de gramíneas y otro tipo de plantas, además de un mayor número de pulgas, puede provocar que las mascotas alérgicas a estos alérgenos presenten síntomas como picor y enrojecimiento de la piel (que si perdura o cronifica puede derivar en hiperpigmentación, es decir, la piel se vuelve negruzca, o que la piel se engrose, lo que le da un aspecto irregular y rugoso). 

Para buscar soluciones a las alergias primaverales, que afectan a muchas de nuestras mascotas, la mejor alternativa es acudir a un veterinario especialista en dermatología en La Gallega Clínica Veterinaria. El veterinario intentará establecer un buen diagnóstico y el tratamiento más adecuado para cada paciente con el objetivo de minimizar los signos clínicos de esta enfermedad crónica y el consiguiente estrés y sufrimiento que las alergias generan en los pacientes y sus cuidadores.

Algunos síntomas que pueden indicar un cuadro alérgico en nuestras mascotas son el rascado del cuerpo, áreas enrojecidas, lamido de patas y abundante caída de pelo. En algunas ocasiones pueden aparecer lesiones en la piel, conjuntivitis, estornudos o incluso asma.

Para controlar esto, visita a tu médico veterinario ante cualquier indicio o sospecha de un problema alérgico. Nunca hay que esperar a que el problema empeore para buscar ayuda, lo mejor es tener los casos alérgicos siempre controlados durante todo el año.

Minimizar el impacto de la alergia también está en manos de los cuidadores

Los cuidadores pueden también intentar prevenir la aparición de los signos clínicos de la alergia, por ejemplo, llevando a cabo una prevención antiparásita adaptada al estilo de vida del paciente y al área donde vive, disminuyendo los paseos por el campo, bañando a menudo con productos adecuados y siempre siguiendo las instrucciones del veterinario.

A continuación, algunos consejos para reducir el impacto de la alergia estacional en las mascotas:

- Evitar concurrir lugares especialmente congestionados de polen y las zonas con césped recién cortado, así como las primeras y últimas horas del día.

- Tras los paseos, limpiar las patas de nuestras mascotas para que no queden restos de polen en ellas. Una gran opción sería realizar baños frecuentes con agua fresca o tibia con productos hidratantes, emolientes para mejorar la barrera cutánea. Además, ayudan a eliminar los pólenes que se adhieren al manto.

- El uso de collares o productos antiparásitos es una manera de prevención muy eficaz contra los parásitos externos como las pulgas, que son las responsables de una de las alergias estacionales más frecuentes en nuestras mascotas.

- Siempre será muy importante seguir las recomendaciones del veterinario, que intentará manejar esta enfermedad crónica. Aunque no tiene una cura definitiva, puede intentar controlarse para minimizar en lo posible los signos clínicos en el animal.